Ejemplo de mujeres emprendedoras
En los últimos años se ha visto una explosión relacionada con las mujeres emprendedoras. No solo en la economía chilena, sino también en muchas otras partes del mundo. Las mujeres emprendedoras construyen con su trabajo un espacio de igualdad en la que su labor vale tanto como la de los hombres.
En Chile podemos encontrar varios ejemplos de mujeres que, con visión y entusiasmo, han logrado establecer emprendimientos exitosos, que se posicionan cada vez más en sus respectivos campos. En este artículo, conoceremos algunos de los ejemplos más interesantes de estas mujeres emprendedoras que podemos encontrar en el país.
Contenido
El emprendimiento en Chile
En términos generales, el emprendimiento en Chile está viviendo momentos de pleno auge. Con el crecimiento sostenido de la economía, ubicada en estos momentos como la primera de la región según organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional, emprendedores de todos los sectores de la sociedad han establecido alternativas que han llenado al mercado de opciones de calidad en cada uno de sus rubros.
En este contexto, aparecen en Chile diversos ejemplos de mujeres emprendedoras que, aprovechando las ventajas que ofrece la sólida economía chilena, asumen un rol de importancia en el panorama económico del país.
Mujeres emprendedoras en el mundo
Esta tendencia no solo es posible comprobarla en el caso chileno. En el mundo encontramos cifras interesantes que hablan de un avance de las iniciativas de emprendimiento ejecutadas e impulsadas por mujeres en todo el mundo. Además, existen estudios que hablan del éxito que las mujeres han conseguido en sus emprendimientos. Se calcula, según ciertos estudios, que 128 millones de mujeres en todo el mundo lideran empresas consolidadas, lo cual es una señal de cómo la brecha de género en el emprendimiento se ha reducido en un 30% en la última década.
Perfil de las mujeres emprendedoras
De entre todo este universo de mujeres emprendedoras, con diversos estudios se ha llegado al establecimiento de un perfil que se corresponde con la mayoría de los casos de las mujeres emprendedoras que llevan adelante negocios exitosos a nivel mundial.
La mujer emprendedora tiene, por lo general, entre 25 y 36 años. Se calcula que un 70% de ellas establece un emprendimiento para aprovechar una oportunidad de mercado. La mitad de ellas tiene un nivel de educación superior, y, uno de los datos más importantes que han podido ser recogidos, es que la media de emprendimientos fallidos se reduce en un 14% en aquellos que cuentan con liderazgo femenino.
Mujeres emprendedoras chilenas
Estudios hechos en el país sobre el panorama de las mujeres emprendedoras, han podido establecer que 6 de cada 10 emprendimientos en Chile son establecidos por mujeres, siendo en su mayoría un campo dominado por las mujeres jóvenes. Se encuentran interesantes trabajos en campos relacionados con la tecnología, el comercio electrónico y campos relacionados con la ciencia que tradicionalmente han sido dominados por los hombres, pero que bajo el creciente liderazgo de las mujeres han encontrado una nueva dirección, enfocada en el compromiso social y una profunda visión sustentable en el uso de los recursos. Conozcamos algunos de estos ejemplos.
MIOEXO, rehabilitación y tecnología
La startup médico tecnológica MIOEXO, liderada por Carla Pérez, de apenas 27 años, se encarga de producir equipos utilizados en la rehabilitación de personas que, por algún motivo, hayan perdido la movilidad de los miembros superiores. Estos equipos de tecnología de punta consisten en exoesqueletos que permiten la realización de movimientos relativamente simples, controlados desde otra parte del cuerpo o de manera remota.
El objetivo de esta tecnología es tratar de poner estos equipos al alcance de todas aquellas personas con discapacidades que así lo requieran. Este es un ejemplo de emprendimiento tecnológico con responsabilidad social.
KOKOMO, nuevo modelo de negocios e-commerce
En KOKOMO podemos encontrar un buen ejemplo de innovación en negocios. El emprendimiento, a cargo de Pía Cárdenas (34 años) se encarga de ofrecer a sus clientes productos a través de una novedosa modalidad conocida como \”cajas de suscripción\”. Este modelo de negocios consiste en que los clientes suscritos pagan mensualmente un paquete de diversos productos, los cuales son enviados a la casa del cliente, sin que este tenga que efectuar ningún tipo de trámite, solicitud o gestión. Este exitoso emprendimiento ha recibido importantes reconocimientos, como el Startup Chile, prueba de que constituye un gran ejemplo del imaginativo emprendimiento femenino.
I-SENSE: otro ejemplo de robótica
Continuando con los ejemplos de mujeres emprendedoras en el campo de la robótica, tenemos ahora a Daniela Sáez, de 22 años. Esta startup se encarga de producir equipos que faciliten la vida de las personas con discapacidades visuales. Consiste en un equipo formado de sensores de movimiento que interactúan con el usuario, indicado mediante un código consistente de sonidos los objetos que puedan tener cerca. Este es otro ejemplo de un emprendimiento que busca el mejoramiento de la vida de las personas a través de la innovación y la imaginación, además que ejemplifica el papel que las técnicas y científicas chilenas han asumido en sus respectivos campos.
Muchos otros ejemplos
Siguiendo con el importantísimo papel de las mujeres en el emprendimiento científico chileno, tenemos a Komal Dadlani, ganadora en 2015 del Women\’s Initiative Award, por la creación de apps para facilitar el acceso a instrumentos de laboratorio; y Rocío Fonseca, especialista en negocios, elegida para la dirección del programa Start Up Chile, cuyo fin último es el de fomentar el emprendimiento femenino en todos los campos de la innovación.
Estos son apenas unos cuantos de muchos otros ejemplos que muestran como las mujeres emprendedoras están tomando firmemente las riendas de la innovación tecnológica e industrial del país.
Conclusión
El panorama es claro: las mujeres emprendedoras están asumiendo el rol protagónico que les corresponde en la economía chilena. Esta explosión, consecuencia directa de las mejoras en la calidad de vida generadas por el respeto a las libertades económicas, tiene una de sus mayores manifestaciones en el campo tecnológico y científico, como hemos podido ver. Un campo en el que las mujeres emprendedoras chilenas están reclamando cada vez más espacios que, tradicionalmente, eran ocupados de forma desigual por los hombres. Y lo más afortunado es que esta tendencia no hace sino aumentar con el correr del tiempo.